Posible Solución al Pueblo Palestino

Ya lo decían las Chicas de Oro hace 20 años.....

Caminando

Mira si te he buscado

Que cuando te encontré

Continué caminando

La Carta

Hoy me ha llegado su carta, y aún no la he abierto……

Llevaba esperando sus letras, creo que toda la vida, y ahora que la tengo entre mis manos no me atrevo a leer sus pensamientos. Es el momento de recordar las anteriores cartas, donde no siempre venían letras, también había deseos, momentos de la vida ya pasado, momentos que no volverán, momentos que me he perdido, paseos que no he dado, miradas que no he recibido, besos que he guardado en un mísero cajón de cartón… ¿para qué?.....

No tengo el valor de abrir la carta, siempre he sido igual, he preferido ver el sobre cerrado para pensar en lo que pondrá, y pocas veces he tenido el valor de abrirla, para leerla y saber las ideas de los demás. He sido un egoísta en el amor, sólo he pensado en mí, y ahora no me atrevo, ¡qué triste!

Sigo mirando la carta, siempre desde fuera, mis manos tiemblan y lloro…. Si, lloro, pero no la abro, no puedo, no quiero saber la verdad, me conformo con mi verdad, y temo perder lo que no tengo. Mi cabeza intenta ganar esta batalla al corazón, pero la dureza de este no se deja ganar, por qué, hasta cuándo….

Meto el sobre en un cajón, y lo cierro, intento quitármelo de la cabeza…. Me digo a mí mismo “ya lo abriré, se lo que pone”… que forma de engañarse uno mismo, ¿no?