viernes, 12 de junio de 2009

Orden en la Sala por la Tenista

Simona Halep tiene 17 años (nació en Constanza, Rumanía, el 27 de septiembre de 1991) y desde joven ha destacado por su calidad tenísticas -es la vigente campeona del Roland Garros junior- y el tamaño de sus pechos. Precisamente por este último aspecto ha sido noticia en las últimas fechas. La joven rumana ha decidido operarse el próximo otoño para poder moverse mejor por la pista. Actualmente ocupa el puesto 30 del ranking junior, pero su objetivo es dar pronto el salto a la profesionalidad.

Simona Halep comenzó a jugar al tenis a los 4 años y el año pasado llegó el momento de dar el gran salto al panorama internacional tras ganar la version junior de Roland Garros. Entrenada por Firicel Tomai, el objetivo de esta joven en seguir los pasos de su ídolo Andrei Pavel y darse a conocer a todo el mundo. Pero tiene un problema que la impide mejorar, sus grandes pechos le impiden moverse con soltura por la pista. "Es un peso que dificulta mi habilidad para reaccionar con rapidez. Este otoño me voy a reducir el tamaño de mis pechos. Este busto me hace sentir incómoda al jugar", señala Halep.

Diestra y con revés a dos manos, la característica principal de su juego es la potencia de su golpeo. Una voz autorizada para hablar del tenis rumano es Ion Tiriac, dueño del Mutua Madrileña Madrid Open, entre otros torneos, el cual señala de Simona que es una "jovencita con un buen juego de piernas y golpea muy bien la pelota. Sin embargo, eso no alcanza para llegar a la cumbre. Debe estar dispuesta a trabajar muchísimo y a rodearse de verdaderos profesionales. Espero que así sea porque ya es hora de que nuestras promesas brillen en los circuitos profesionales".


Fuente Marca.com


Que pensará de ello nuestra Arantxa, y Steffi Graf, y la "poderoso" Martina Navratilova....


Yo la verdad solo pienso en el próximo torneo, para ver.... tenis....

miércoles, 10 de junio de 2009

Juicio a la Pepsi

Que triste es ser segundo en algo, quedarse con la miel en los labios viendo como otros sonríen, mientras tú aduras penas puedes articular algún gesto en la cara.

Sinceramente prefiero ser tercero, cuarto, quinto… y hasta el último antes que segundo. El que cierra con su posición cualquier tabla tiene hasta más gracia, sabes desde el principio de la entrega de premios cual es tu lugar, sabes en que posición de la fila te has de poner, sabes que donde mejor estas cuando el primero recoja su premio es en la cervecería de al lado poniéndote hasta las cachas de ensaladilla y mojando pan en la salsita del menudo.

¿Y por qué coño viene esto? Pues fácil queridos amigos, el otro día entre con mi elegancia habitual en un bar de copas, reducto de sonrisas fáciles y comentarios estúpidos, me acerque silencioso hasta la barra, miré fijamente a la camarera, después le miré a los ojos e intentando poner la voz de Constantino Romero le pedí mi bebida preferida

-Me pones un Santa Teresa con Coca Cola

- Tenemos Pepsi

Pepsi…. ¡¡¡Pero quien puñetas se pide un Santa Teresa Pepsi, o un J. B con Pepsi !!!, serán mamarrachos los que ponen en un bar de copas los cubatas con Pepsi, pero en que mundo vivimos, esto es como si te pides unos huevos fritos con patatas y te dice el camarero “las patatas son de bolsa”, ¡pues ya sabes donde te metes los tubérculos y la bolsa simpático!.

El momento del calentón se me fue pasando y después de un rato en donde por supuesto me tomé el cubata con Pepsi, me puse a pensar, “pues verás tampoco está tan mala la Pepsi, un poco más dulce, pero lo importante es el Ron, lo demás es el acompañamiento”. En ese momento me di cuenta de lo mal que lo debería de estar pasando ese refresco segundón de cola, al que nadie quiere a su lado, pero que cuando no tienes más remedio bien que lo tomas, y pensé en la vida de un botellín de Pepsi, viendo como sus amigos de la Coca Cola salén cada dos por tres, y vienen amigos nuevos, y el siempre permanece en la cámara, como el más veterano… bueno, la verdad es que más veterano en la cámara de frío es el Bitter Kas.

Agradezco no ser un refresco de cola, pero si no pude ser una Coca Cola, hubiera querido ser una Gold Cola, o una Schweppes Cola, incluso la Mecca Cola, pero nunca una Pepsi.